sábado, 7 de marzo de 2009

The times they are a-changin'


¿Merece la pena, en tiempos de crisis y en tiempo invernal, salir de casa, hacer cola en unas multisalas, apoquinar más de seis euros (sin palomitas), sufrir la calefacción a tope con el chaquetón en las rodillas y el codo del vecino en el reposabrazos de tu butaca? La respuesta es SÍ, si vas a ver Watchmen.

De novela gráfica (miniserie en realidad) a CINEmatográfica. Una obra algo árida, tanto por su metraje como por las referencias históricas a un pasado reciente, en una realidad paralela, y su desarrollo dramático/filosófico. Sin embargo, lleno total (con el gallinero del cine Palafox abierto como en hacía muuucho tiempo). Mucho fan (de los que aplauden) y hasta algún osado progenitor que se lleva a su hijo de diez años a que asista a un espectáculo plagado de sexo, violencia y disquisiciones sobre el ultraconservadurismo.

Zack Snyder, hasta las orejas de proyectos (incluída una innecesria secuela de "300") entrega una obra épica, brillante hasta en sus magníficos opening credits musicados por Dylan, exigente con un patio de butacas dispuesto a disfrutar de un drama contundente, con unos personajes abocados a la autodestrucción, ya descritos con inusitada fuerza en el cómic de Moore (que le vayan dando de tanto quejarse) y Gibbons. MAGNÍFICA.

PS: obsérvese el parecido (que ya le encontraba yo en las viñetas) del vigilante retro de la derecha con un... ¡nazareno!

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