Carmen Machi no posee el carisma de Billy Cristal ni el corpachón de Hugh Jackman, pero quizás si esté en condiciones de emular a Whoopy Goldberg a la hora de presentar una gala televisiva. Y los chicos de Muchachada Nui (Nui) no son los Monty Python, pero todo el mundo pareció aplaudir unos gags tan mal resueltos como (casi) siempre, aunque directos a la yugular del patio de butacas, donde estaba lo mejor del cine español... y también lo peor del mamoneo.
¿De veras era necesario el constante peloteo a Benicio del Toro, mejor actor porque es muy bueno y porque hace un papelón como el "Che" pero que, ni de lejos, es la "interpretación española" del año? Es como si la Academia se hubiera dado cuenta de que, aún eclipsando a la nova Cruz, el fulgor de la noche lo irradiaba un foráneo y que la misma TVE le diera más importancia, para aumentar audiencia, a una "estrella de Hollywood" que a una ceremonia poco atractiva (a pesar de estar bien hecha). La constante mención al actor y a su candidatura, pareció ningunear al resto de galardones; incluso a los dos últimos (y premios gordos) de la velada.
De todas formas, el momentazo de la noche lo protagonizó la ausente Lala Huete (de los Huete de toda la vida; de los Trueba desde hace un cuarto de siglo. De la mafia excluyente y enquistada de un cine, el patrio, que a duras penas llega a ser arte y nunca será industria. ¡Pero viva la subvención y el politiqueo!): la diseñadora de vestuario ha dado con la forma de solucionar la crisis del cine español, que no consiste, por lo visto, en que sus colegas espabilen, sean menos pesebreros, menos dogmáticos, más creativos, más atrevidos y piensen menos en ellos y más en su público, aliándose con las nuevas tecnologías.
NO: la culpa de todo la tiene el P2P (si la gente no va a ver cine español no es porque éste decepcione, sino porque pierde el culo en descargárselo. Puede que hasta más que el cine hollywoodiense que tanto daño hace en las salas: el de Eastwood, Spielberg, Soderbergh,... y otros directores tan poco inspirados, parece insinuarse). Y la solución, literalmente, es MÁS POLICÍA. Imagino que dando patadas a la puerta de los internautas... Yo iría más lejos: obligaría a ir a todo español a ver semanalmente la película que gente como ella nos diga, para luego entregar una redacción (adjuntando la entrada para demostrar la presencia en la sala) elogiando el sermón.
Eso sí: ganó la mejor película del año y de las candidatas. Y los premios a Jordi Dauder y Carme Elías los aplaudí a rabiar, que para eso tienen el culo pelado de trabajar en su oficio y al talento se les une una experiencia que remarca la profesionalidad. Junto al Goya al todoterreno Roque Baños (nuestro David Arnold particular), de lo que más me gustó...
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