sábado, 20 de diciembre de 2008

Comedias mal(icios)as


Llegan las Navidades y con ellas las comedias ligeras para el público adocenado. Poco público: "Como en casa en ninguna parte", cinco espectadores en mi sesión; con "Di que sí", no más de quince.

En la primera, una pareja feliz pasa por la tortura navideña de soportar a sus cargantes familias desestructuradas y en lugar de solazarse en su comodidad, la chica decide que es mejor ser infelices como ellos y arrastra al chico a una vida convencional que él acepta por temor a quedarse solo. En la segunda, un tipo gris decide decir SÍ a cualquier propuesta para transformarse en un esclavo de la afirmación, lo cual, si bien le reporta experiencias gratificantes, también le lleva a situaciones incómodas. Al final, esa chica alternativa y aventurera de la que se enamora, resulta que le hace encauzarse por el sendero de "busco la relación DEFINITIVA". En ambos casos, ni un sólo gesto de reprobación al sectarismo: un predicador charlatán y un gurú del buen rollo salen bien parados de sus manipulaciones en masa.

Nada nuevo bajo el sol del mainstream Hollywoodiense. Ambas cintas, bajo su disfraz de comedias amables, horadan el cerebro del espectador medio: la SUMISIÓN es el camino para ser aceptado socialmente. Sin la manada, no eres nada... El subtexto no es tan amable, después de todo...

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