El stress emocional de hacer y decir lo que uno no quiere pasa factura física además de emocional. Y más con ese vientecillo gélido tan rico que nos regala el diciembre maño. Mi plan para los próximos dos o tres días: guardar cama, durmiendo en bloques de media hora (más o menos cuando he de cambiar de postura) y hacer todo lo que tengo pendiente con el PC, colocando el respaldo de la butaca más tieso que el palo de una escoba. ¡Bienvenida, poco añorada lumbalgia, impertérrita ante los calmantes! Me duele hasta el respirar...
PS: como, entre otras cosas, también es imposible darse un "meneo" con la espalda destrozada, se ve que mi subconsciente se regula. Esta noche he tenido un sueño romántico con Soraya Sáenz de Santamaría, donde ella me correspondía solícitamente, cuando lo normal es que la hubiese sodomizado apasionadamente...
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