
La Semana del Cine y la Imagen de Fuentes de Ebro (SCIFE) es, tras años de arduo trabajo y exquisito comportamiento de sus responables (con José Antonio Aguilar a la cabeza) el segundo certamen cinematográfico en calidad e interés de Aragón. Claro ejemplo a seguir por aquellas pequeñas localidades, aragonesas o no, que deseen establecer lazos con el Séptimo Arte, desde este viernes 31, y hasta el sábado 8 de noviembre, celebra su nueva edición. Un corto viaje para mis conciudadanos, a los que recomiendo participar en la fiesta audiovisual del pueblo zaragozano. En su dirección web, hallareis la información necesaria para abrir boca y dejar crecer los colmillos.
Esta mañana ha sido la presentación a la prensa, en una muy recogida sala de la DPZ, donde estábamos los amigos, algunos políticos, mogollón de becarios al dictado y la siempre sagaz Rebeca Cartagena haciendo honor a la confianza que su diario (El Heraldo de Aragón) deposita en ella. De todas las intervenciones, me quedo con la retórica política del representante del Gobierno Aragonés, Ramón Miranda, que pretendía establecer recursos eficaces para acercar la Cultura (con mayúscula, supongo) a la mayoría ciudadana. Haciendo un esfuerzo e maginando a los españoles preconstitucionales como una panda de lerdos, las políticas autonómicas y locales han tenido más de tres décadas de tiempo para hacerse notar, ante lo que sólo cabe deducir que: a)no funcionan y hay que cambiarlas; o b)no hay forma humana de hacerse con ese objetivo.
Creo que la cultura ha de ser variada y accesible, y de eso se ocupa el consumidor interesado más que la Administración. Y también creo que (al menos por lo que sé de esta Comunidad/ciudad) los recursos para fomentar la autoría están repartidos entre quienes dan un poco de dinero y los amigos que lo reciben, año sí, año también, excluyendo a talentos ajenos al círculo de influencia y haciendo recaer las monedicas en los apartados del proceso creativo menos proclives a sembrar la semilla de la distribución y la industria (hablo de cine, pero podría hablar de otras artes...).
Osea que menos tonterías y más SCIFE(!)





Los directores de cine Félix Sabroso y Dunia Ayaso y la actriz Mar Flores acudirán a Zaragoza el próximo martes 28 de octubre para participar en "La buena estrella", el ciclo de coloquios organizado por el Vicerrectorado de Proyección Cultural y Social de la Universidad de Zaragoza.


A Telemadrid y a la COPE no les gusta que el último truño liberal del cine español (más rancio) se publicite. Dicho y hecho: Espe prohíbe el cartel en espacios de titularidad pública. ¿El problema es el affiche o la palabra "ninfómana" que luce? De llamarse "Diario de un asesino" (ya existen, al menos, un par de películas yankis con título similar) no habría habido problemas, según su director, que ofreció la rechazada posibilidad de colocar en su lugar un póster en blanco. Mientras, Valerie Tasso abre su bocaza escandalizada (esta vez, con toda la razón del mundo). Este es un país de extremos: chupiguays o meapilas. Belén Fabra está muy bien para descargar pasiones onanistas y poco más. Pero este viernes estrena Fesser su "obra contra la Obra" y, polémicas aparte, me apetece mucho más ver cómo copiamos a Jeunet que cómo retomamos la senda del cine "S".


Viernes 10 de octubre, a dos días de la gran pañolada zaragozana... Empleo mi tarde en ir a saludar a los del cine y aprovecho para dejarme apabullar por esa nadería simpática que parece un cruce entre Hitchcock (el de "El hombre que sabía demasiado" y "Con la muerte en los talones") y Tony Scott (el de "Enemigo público") llamada "
Mientras el patio de mi casa pierde sus particularidades (hoy desmontan los andamios, remozada la fachada y arreglado el alero del tejado; en un par de días comienzan con las terrazas interiores), habiéndome visto obligado a vivir en penumbra (con las persianas bajas y las ventanas cerradas) y escuchando despotricar a la multiculturalidad obrera (para informar a la ministra Aído: los exabruptos a grito pelado iban de "maricón" y "Bin Laden" para arriba, sin respeto alguno por el país tolerante que nos quiere vender), yo mismo busco pisar firme en este blog. ¿Un post al día? Pero no obligado. ¡Quizás más si me ataca la verborrea! Textos breves, pero inevitablemente largos si se requiere... ¿Hablar más de Zaragotham o de eso del cine y la literatura que me apasiona (demasiado)? Se aceptan sugerencias. Mientras, aquí me teneis: ¡adquiriendo estilo!
Hace un par de semanas tuve el placer de redescubrir a
El presidente de esta España que en dos telediarios (de "cuatroº") nos va a decir que nuestros bancos juegan en la Champions League, acudió la semana pasada a tirarle de las orejas a su homólogo Dmitri Medvédev, el títere de Putin, y a arrancarle el compromiso de que retiraría sus tropas de Georgia. Unos días después, los Georgianos volvían a ser tachados de terroristas por la administración rusa. De no ser porque
Los de siempre: los travelos vestidos de sevillanas en la Cabalgata; mucha, mucha policía y todo el centro cortado; Joao, el brasileño, haciendo juegos de manos; el escapista uruguayo ("trabajo en la calle, pero No vivo en la calle"); los hip-hop dancers fibrosos, que te da rabia no ser gay; el vaquero "for sale maniqui"; las medallas a los amigos y amigas, y los políticos en primera fila esperando el aplauso de la plebe antes de irse de lunch a su costa (Homenaje a las Heroínas en la Plaza del Portillo: de vergüenza); los autobuses de TUZSA hasta la bandera (o el cachirulo, si se me permite); el taxista limpiando la vomitona de la cría de 16 años, hasta el coño de cubatas baratos; y los churros, la porra y el chocolate de media noche, en la primera bocacalle a la derecha, según subes desde el Pilar por Alfonso I (Churrería La Fama).
Los viernes por la tarde tengo la costumbre de "quemar" la cartelera de estrenos. Me viene de jovencito, de antes de no pagar por acceder a las salas. Algunos viernes me veo obligado a saltarme tan (mal)sana costumbre cinéfaga y recalo en otras actividades. La de ayer fue paralela.
Andaba yo el pasado fin de semana por los pasillos del centro comercial de Pla-Za, inmenso contenedor de réplicas de franquicias preexistentes en el centro de la ciudad y en las más veteranas grandes superficies de las que disponíamos hasta la fecha, donde predominan las tiendas de ropa calculadamente divididas por plantas para un sexo u otro, cuando me formularon la hoy habitual pregunta en mañolandia: "¿crees que hay habitantes suficientes para justificar Pla-Za, Puerto Venecia, Aragonia, ...? Sí, a tenor de la gente que se ve deambulando por esos monstruos devoradores de tarjetas de crédito, los hay. De lo que no estoy tan seguro es de que haya suficiente personal (y dinero) para hacer rentable tanta sala de cine adosada al súper y al buffet libre. Más localidades, más copias... y las mismas películas (de multinacional) que están ahí para hacer toda la pasta en un fin de semana y ceder su puesto el siguiente. Bueno, tampoco es eso: en las dos semanas que llevan abiertos los Yelmo en Zaragoza, al menos tres películas (una de ellas nacional) no han asomado el pelo por los cines del centro. Por fortuna, dos de ellas (y sospecho que la tercera, esta semana), son malas con avaricia.
Los jueves los dedico a repasar las tiras cómicas de la edición digital del diario Público. El viernes lo compro por los dvd. En ocasiones creo que todo es una gran conspiración menos el humor político y social. Esta tira de Vergara nos hace sonreír, pero debería avergonzar a los comemierdas de nuestros dirigentes y a la puta madre que parió al capital.
Pirateando el blog del sin par
Hoy me dedico a vaguear: